Welcome Pep

Si nos hemos referido a José Mourinho y Manchester United, toca referirse en esta ocasión a Pep Guardiola y Manchester City. Tras confirmar el domingo en la Bundesliga con el Bayern Múnich, el español aterriza en Manchester con el objetivo puesto conquistar Europa con los "Citizen", que no escatimaron esfuerzos en pagar a uno de los mejores entrenadores del mundo y estratega del Barcelona sinfónico.

Apareció con un traje de Dsquared2, modelo London color gris, dos botones, cuatro bolsillos, chaleco y pantalón sin pinzas- y camisa azul celeste, como homenaje al color que lo identificará mundialmente con su nuevo club. Pep Guardiola no pierde la elegancia, la seriedad y la mirada bien dirigida si de fútbol se trata. Compareció por primera vez ante los medios ingleses, ante los pesos pesados del periodismo deportivo británico: "Me ponen nervioso, dan miedo" bromeó Pep.


Guardiola mantiene su mensaje; hacer lo mejor para que la gente disfrute, tratar de jugar de una manera determinada, tratar de reforzar a la plantilla aunque ahora no dio nombres (salvo la llegada del español Nolito). Dijo que viene a probarse a sí mismo: “Es la razón por la que vine, para comprobar si puedo jugar aquí el fútbol que me gusta, en Anfield, con lluvia, viento, en Old Trafford. Han dicho que no iba a ser capaz y siento que es el momento correcto e idóneo de intentarlo, de venir a ver si puedo convencer a nuevos jugadores"

Y hubo tiempo, incluso para hablar de Mourinho, aquel con el que vivió grandes choques en los Barza - Madrid pero que ahora se verán en otro clásico: United - City: “Lo dijo él, y tiene razón. No se trata de mí ni de él, tenemos el mismo mensaje. No podemos centrarnos el uno en el otro. Por lo que he visto desde la distancia siempre es muy difícil ganar aquí y todos queremos hacerlo. Hemos jugado el uno contra el otro muchas veces y me ha exigido mucho. Siempre he dicho que los grandes entrenadores, como él, me ayudan a llegar a otro nivel, que técnicos como Mou o Klopp me han hecho un entrenador mejor”.

Guardiola inicia así su aventura por la mitad de Manchester. Promete un juego bonito, duelos con Mourinho (el primer el 25 de julio en China) y un City que adoptará el sello de Pep.